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Foto del escritorJordy Vilar Nicodemus

4 decisiones que cambiarán tu vida

Actualizado: 25 nov 2020

La vida esta llena de momentos en donde tenemos que tomar decisiones, pero con solo estas cuatro estarás haciendo cambios gigantescos.

Estas cuatro decisiones son tan simples y lógicas que cualquier niño podría entenderlas; sin embargo para tomarlas se necesita una voluntad fuerte.

1. Se impecable con tus palabras

Es la decisión más importante y también la más difícil de cumplir. Las palabras, no son solo sonidos o símbolos escritos, son una fuerza muy poderosa. Una sola palabra puede salvar una vida o puede destruirla. Es así como el ser humano se convierte en un mago y las palabras son sus hechizos; que, empleados para maldecir, culpar, reprochar, destruir y hacer chisme, estarán transmitiendo veneno emocional.

Si comprendemos que las palabras, son la herramienta más poderosa que tenemos como ser humano y que son el instrumento de la magia, encontraremos que según cómo usemos esta magia, nos liberará o nos esclavizará. Recuerda, toda la magia que posees se basa en tus palabras hacia los demás o hacia ti. Los que la utilizan mal, están haciendo magia negra.

Llegar a un acuerdo contigo para ser impecable con tus palabras bastará, para que la verdad se manifieste a través de ti y limpie todo el veneno emocional. La única manera de deshacer un hechizo maligno es llegar a un nuevo acuerdo que se base en la verdad absoluta.

2. No te tomes nada personal

Este acuerdo nace en realidad, del primero. Nada de lo que los demás hacen, es por ti. Lo hacen por ellos mismos. Incluso cuando una situación parece muy personal, por ejemplo, cuando alguien te insulta directamente, recuerda que no tiene que ver contigo, lo que está expresando esa persona responde a los acuerdos que ha establecido en su propia mente.

Si no te lo tomas personal, serás inmune al veneno emocional y esa inmunidad es el don de este acuerdo, porque si te lo tomas personal, el veneno te recorrerá y te encontrarás atrapado en abismo emocional del Infierno, pues significa que estás de acuerdo con lo que te han expresado. Por otro lado, si alguien te dice que eres maravillosa o maravilloso, no lo hacen por ti, lo hacen por ellos mismos, porque tú ya sabes que eres maravillosa o maravilloso y no es necesario que alguien te lo diga.

Ni siquiera las opiniones que tienes de ti misma o mismo, son necesariamente verdad, por consiguiente, no tienes la necesidad de tomar lo que oigas de tu mente tan en serio, sobre todo si esto es negativo, porque cuando estás en paz, percibes a todo lo que te rodea de manera pacífica y entonces eres feliz y estás listo para establecer una relación de amor con todo. Recuerda, Nunca eres responsable de los actos de los demás; sólo eres responsable de tus actos.

3. No hagas suposiciones

Todos tendemos a hacer suposiciones. El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto, de hecho, juraríamos que es real. Hacemos suposiciones sobre lo hacen o piensan los demás, nos lo tomamos personal, y después, reaccionamos enviando veneno emocional con nuestras palabras. Este es el motivo por el cual siempre que hacemos suposiciones nos buscamos problemas. Cuando hacemos suposiciones, solo vemos lo que queremos ver, y oímos lo que queremos oír y entonces no percibimos las cosas como son; dejamos de basarnos en la realidad.

Esto pasa por que la mente humana necesita justificar, explicar y comprender todo para sentirse tranquila. Tenemos millones de preguntas que precisan respuesta y cuando no las hay, la mente racional es incapaz de explicar y eso bastará para que nos sintamos inseguros. Por esta razón, hacemos suposiciones. Si nos dicen algo, hacemos suposiciones y si no nos dicen nada, hacemos suposiciones también. Suponemos que todo el mundo ve la vida de la misma forma que nosotros y esto es un grave error, de igual manera que cuando nos subestimamos. Así que una buena manera de evitar las suposiciones es tener el valor de preguntar, asegurándose de que las preguntas son inteligentes. Un mago blanco, utilizará las palabras para crear, dar, compartir, preguntar y sobre todo amar. Si haces un hábito de este acuerdo, transformarás tu vida.

4. Has siempre lo máximo que puedas

Esta es la última decisión, pero es la que permite que las otras tres se conviertan en hábitos. Todas las cosas vivas cambian constantemente, de modo que el máximo que puedes hacer es distinto cuando estas sano que cuando estas enfermo, cuando eres feliz, que cuando estás triste. Tu rendimiento dependerá de cómo te sientes. Hacer lo máximo que puedes, significa no hacer más, ni hacer menos. No gastes energía innecesaria si sabes que el rendimiento no será el suficiente, porque cuando te excedes, agotas tu cuerpo y tu mente, entonces vas contra ti y por consiguiente resulta más difícil alcanzar los objetivos.

Mejor, limítate a lo que puedes hacer en el momento; esto, te aterrizara en el punto en donde te concentras en ti y lo que está en tus manos hacer.

Déjame contarte una pequeña historia: Había una vez un hombre que quería trascender de su sufrimiento, de modo que se fue a un templo budista para encontrar a un maestro que le ayudara. Se acercó a él y le dijo: «Maestro, si medito cuatro horas al día, ¿Cuánto tiempo tardaré en alcanzar la iluminación?». El maestro le miró y le respondió: «Sí meditas cuatro horas al día, tal vez lo consigas dentro de diez años». El hombre, pensando que podía hacer más, le dijo: «Maestro, y si medito ocho horas al día, ¿Cuánto tiempo tardaré en alcanzar la iluminación?». El maestro le miró y le respondió: «Si meditas ocho horas al día, tal vez lo lograrás dentro de veinte años». «Pero ¿por qué tardaré más tiempo si medito más?», preguntó el hombre. El maestro contestó: «No estás aquí para sacrificar tu alegría ni tu vida. Estás aquí para vivir, para ser feliz y para amar. Si puedes alcanzar tu máximo nivel en dos horas de meditación, pero utilizas ocho, sólo conseguirás agotarte.

Esta, es la clave de este acuerdo, si emprendes una acción por el puro placer de hacerlo sin esperar una recompensa, descubrirás que ya eres feliz y las recompensas llegarán, porque la mejor manera de decir que amas la vida es haciendo lo máximo que puedas. Los tres primeros acuerdos solo funcionan si haces lo máximo que puedas.

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