No todo el mundo piensa de la misma manera que tú.
El error más grande que puedes cometer en los negocios y en la vida es asumir que la forma en que entiendes y percibes el mundo es la misma que la de todos los demás. Todos somos individuos, lo que significa que todos vemos, pensamos y entendemos las cosas de maneras ligeramente diferentes.
Lo mismo ocurre con la comunicación: ¿cuántas veces has tenido que reformular algo en una conversación que asumes que es simple, porque la persona con la que estabas hablando simplemente no lo “entendía”? Probablemente varias veces. Por eso, es vital entender y hablar el idioma de alguien.
Esto significa que si hablamos español; me asegure de que tú también hablas el mismo español que yo.
Voy a profundizar en esto.
Elegir el idioma correcto es vital si deseas obtener un resultado exitoso de una conversación.
Con tus palabras puedes cambiar las mentes, dándote una mejor oportunidad de obtener el resultado que deseas. Una vez que entiendas la motivación de alguien, la forma en que maneja el estrés, a qué situaciones responde mejor y cómo toma decisiones, puedes usar el tipo correcto de lenguaje para generar confianza, crear una relación y, por lo tanto, comunicarte de manera positiva y efectiva. Esto no solo ayuda en el marketing, las negociaciones, las presentaciones y el mundo general de los negocios, sino que también es útil en tu vida personal.
La próxima vez que estés luchando por construir una conexión con otra persona; primero asegúrate de que hablas su mismo idioma.
A medida que practiques, experimentes e identifiques las diferentes formas de comunicación, te resultará más fácil saber qué decir sin pensarlo realmente. La muestra está en que las personas, responden mucho mejor cuando hablas su idioma y sabrás que palabras usar cuando hallas evaluando su personalidad y cómo responden.
Recuerda que vemos el mundo a través de filtros, antes de crear nuestra opinión de manera independiente.
Cuando nos comunicamos y percibimos el mundo que nos rodea, todos usamos tres filtros específicos: eliminación, distorsión y generalización. Estos filtros nos ayudan a crear nuestra visión particular de una cosa, nuestra opinión de una cosa o persona o el mundo en general, en un momento dado.
No vemos el mundo en blanco y negro. Filtramos lo que queremos ver y lo desciframos a nuestra manera.
Como siempre lo he dicho: No vemos al mundo como es, lo vemos como somos y muchas veces lo vemos como las influencias a nuestro alrededor quieren que seamos.
La eliminación es natural. Como humanos, tendemos a eliminar gran parte de la información que nos rodea y seleccionar las cosas que asumimos que son necesarias o que nos vemos influenciados a no ver necesarias y las eliminamos. También distorsionamos mucho las cosas a nuestro alrededor. Lo hacemos permitiendo que nuestra imaginación piense en cómo queremos que sean las cosas o cómo imaginamos las cosas, y usamos ese modelo como la base de nuestro pensamiento. También generalizamos, y esta es la clave de cómo aprendemos. Cuando generalizamos, tomamos algunos ejemplos de un tema específico, y construimos una idea general a partir de ahí. A veces nuestros esfuerzos de generalización son correctos, y a veces están lejos de la realidad.
Al comprender los filtros y tus propios rasgos motivacionales particulares, puedes obtener más información sobre cómo crear tu visión del mundo. Aún así, también puedes usar esta información para pensar en cómo una persona ve el mundo y luego dedicar tu enfoque a comunicarte con ella de una manera única y a su medida.
El reto es no dejarse engañar por lo que creemos que es la realidad y esto toma más relevancia hoy en día cuando ni siquiera nuestra mente está observando la realidad, pues la mayor parte del tiempo está sumergida en el mundo virtual de las redes sociales.
Las personas transforman su experiencia, sus opiniones, etc., de maneras que corresponden a sus eliminaciones, distorsiones y generalizaciones particulares.
Aprende a usar el lenguaje influyente para conectarte con los que te rodean
El objetivo de entender cómo alguien ve el mundo es permitirte conocer el mejor lenguaje para usar al comunicarte con ellos. Esto se conoce como “lenguaje influyente”. Cuando ves el idioma que influye en una persona, puedes hacer todo lo posible para obtener lo que quieres de la conversación y dirigirla hacia el destino al que quieres llegar.
Cada persona tiene su propia forma de hablar, escuchar y conectarse con los demás. Tenemos nuestro propio lenguaje de amor, y también tenemos nuestra propia forma de comunicarnos. ¡Somos únicos!
Comprender la forma en que una persona se comunica ayuda a reducir los malentendidos y los conflictos y no solo estoy hablando del lenguaje verbal; estoy hablando de que entender el lenguaje corporal puede ayudarte a comunicarte y entender a una persona en un nivel más profundo.
Todos tenemos una motivación diferente al comunicarnos con los demás, ¿cuál es la tuya?
Al tratar de evaluar la forma en que alguien se comunica, el primer paso es averiguar cuál es su motivación y de dónde viene. También es una táctica útil para probarte a ti mismo, para que puedas comprender mejor de dónde deriva tu motivación y que te ayuda a impulsarte a tener éxito.
Presta atención a cómo la gente responde, en lugar de solo enfocarte en lo que dicen.
Otra parte del rompecabezas es identificar hacia dónde va una persona en la vida. Esto puede ayudarte a entender cómo alcanzar la meta a la que apuntas. Es importante darse cuenta de que esto está muy impulsado por el contexto. Debes averiguar a dónde van según el tema que estás discutiendo, como el trabajo, la vida personal, etc. Todos tenemos metas en algunas áreas de nuestras vidas y problemas que estamos tratando de evitar en otras.
Hay dos patrones de comportamiento principales en esta sección: avanzar hacia una meta o alejarse de los problemas.
Busca señales verbales y no verbales al evaluar si alguien está tratando de evitar un tema, o yendo directamente hacia él.
Siempre he mencionado en mis pláticas que la formula es descubrir en lo que voy a proponer, la necesidad que cubre, el deseo que satisface o el riesgo que elimina.
Una persona que se mueve hacia una meta en un contexto particular es probable que se entusiasme bastante cuando se discute cualquiera de esos temas en su contexto. Es decir, cuando se discute, la necesidad que te cubro, el deseo que te satisfago o el riesgo que te elimino.
En contraste, una persona se aleja y tiende a desanimarse cuando al abordar el tema no se representa ninguno de esos intereses desde su perspectiva.
Para comunicarte mejor con una persona que se está moviendo hacia una meta en un contexto particular, debes usar palabras como “lograr”, “obtener”, “conseguir” o “tener”. Si quieres comunicarte con una persona que quiere eliminar o reducir un riesgo en ese contexto en particular, use palabras como “eliminar”, “resolver” o “prevenir”.
Puedes dirigir las conversaciones correctamente cuando aprendes cómo las personas responden a la ira y las situaciones difíciles
Todo el mundo responde a la ira y las dificultades de una manera ligeramente diferente. Algunas personas huyen de ella, y otras corren hacia ella, tal vez permitiendo que su temperamento se encienda.
Como te comunicas con una persona en ese momento es clave.
Hay dos patrones principales de comportamiento cuando te comunicas: EL primero es centrado en uno mismo y el segundo es centrado en los otros. Alguien dentro de la sección “uno mismo” no tiende a mostrar sus emociones, y en su lugar, las mantienen encerradas. A veces responden a la situación inmediatamente, y otras veces su reacción se retrasa porque evalúan si el problema es apropiado para reaccionar en ese momento o no.
A esas personas le resulta difícil construir una relación con otras personas, y a menudo se pierden de las señales no verbales, como el lenguaje corporal.
Ese patrón de centrarme en uno mismo en la comunicación tampoco es particularmente bueno para entender las pistas.
Comienza contigo: ¿Cómo te comunicas cuando estás bajo presión? ¿Te tropiezas con tus palabras o evitas el tema? Ten en cuenta tu propio enfoque para entender mejor a los demás.
Por otro lado, una persona que está en la sección de “los otros” a menudo está influenciada en gran medida por las emociones y comportamientos de quienes la rodean. Se trata de alguien que puede captar la más mínima pista, como un cambio en el lenguaje corporal, las expresiones faciales y cómo cambia el tono de voz de alguien cuando habla. Esta persona está muy orientada a las personas, y como resultado, construyen confianza y compenetración con bastante rapidez.
La mejor manera de identificar si alguien es o no uno mismo o centrado en otros, es mirar si muestran el lenguaje corporal rápidamente o no. Una persona en la categoría de otros reaccionará rápidamente a cualquier cosa que esté sucediendo a su alrededor, pero una persona en la categoría de uno mismo no lo hará.
Otra herramienta es descubrir la forma en que una persona responde al estrés; pues esto dice mucho sobre ella.
Todo el mundo trata el estrés de manera ligeramente diferente, pero hay tres patrones principales para tener en cuenta:
• El que maneja el estrés con sentimiento
• El que maneja el estrés como una elección
• El que maneja el estrés con pensamiento
Es importante recordar que esto tiene que ser dentro del contexto del trabajo. Alguien puede lidiar muy bien con el estrés en su vida personal, pero puede lidiar con él mal en el trabajo, y viceversa.
Alguien con un patrón de sentimiento no puede manejar un tipo de trabajo de alto estrés, y muestran respuestas emocionales a un nivel promedio de estrés en el lugar de trabajo.
Una persona que está en el patrón de pensamiento tiene una respuesta emocional inicial, pero puede superarla bastante rápido, y regresa a su estado normal fácilmente.
Por último, una persona dentro de la categoría de elección puede ser apasionada o completamente apagada. Son capaces de elegir su estado al manejar el estrés. Este tipo de persona puede manejar emergencias y situaciones estresantes bastante bien y generalmente se encuentra en trabajos de alto estrés.
Si estás tratando con una persona en la categoría de sentimientos, usa palabras como “maravilloso”, “emocionante”, “intenso”. Si estás hablando con alguien en la categoría de pensamiento, usa palabras como “sienta bien”, “apropiado” y “empatía”. Si estás hablando con alguien que está más hacia el final de la escala, usa palabras como “hechos”, “pensamiento claro”, “estadísticas”.
Identificar la fuente de motivación de una persona y cómo lidia con el estrés, cómo responde a situaciones desafiantes, significa que podrás cambiar cualquier conversación a tu gusto y aprender a ganar más de cualquier intercambio que tengas.
Si bien es perfectamente normal luchar con la comunicación de vez en cuando, conocer los conceptos básicos y comprender a las personas con las que estás hablando, puede cambiar las cosas en tu beneficio. El lenguaje corporal es fundamental, pero entender cómo hablas y cómo te encuentras es el inicio vital del rompecabezas.
En resumen, todos los seres humanos respondemos a un estilo social que dependerá del contexto en el que nos encontremos. Si logras comunicarte con los otros con base en el estilo social que tengan en ese momento, estarás estableciendo un puente de comunicación en donde lo primero que atravesará es la confianza y la confianza es la base de lograr generar acciones o acuerdos con los demás.
Prueba esto
• Trabaja a través de conocer tú estilo social o perfil y trata de identificar tu idioma.
• Crea un gráfico y trabaja en descubrir el perfil o estilo social de un amigo o familiar, practicando qué buscar.
• Identifica el contexto en el que estás tratando de comunicarte antes de comenzar. Por ejemplo, ¿es un trabajo, es una relación, es algo completamente diferente? Todo el mundo responde de manera diferente y tiene diferentes estilos sociales en diferentes contextos.
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