Hay nueve aspectos para alcanzar la felicidad, que si los integras a tu vida cotidiana te pueden ayudar a sentirse más pleno y realizado.
El primero de estos aspectos plantea que es común que la gente crea que para ser feliz hay que alcanzar el éxito, para lo cual se requiere hacer un buen trabajo y tener dinero; sin embargo, déjame decirte que esa idea está planteando los términos al revés. No significa que la libertad económica no sea importante, pues lo es; pero en realidad, el orden correcto es el siguiente: lo primero es ser feliz.
Si lo piensas bien, es hasta obvio pues ello favorece tu capacidad de aprendizaje y te permitirá realizar un excelente trabajo, pues estarás motivado y en consecuencia alcanzarás el éxito.
Piénsalo de esta manera, ¿conoces a algún millonario que odie lo que hace?
“El filósofo estadounidense William James dijo: ‘El mayor descubrimiento de cualquier generación, es que el ser humano puede alterar su vida modificando su actitud’”. El problema con esta afirmación es que, en el proceso evolutivo, el cerebro humano está condicionado para detectar las fallas y los errores, en lugar de enfocarse en los resultados buenos. De esta manera, el cerebro continuamente se enfoca en buscar un problema, encontrarlo e intentar resolverlo.
Dado que el cerebro está constantemente “escaneando” la realidad en busca de problemas que resolver, provoca que en la mayoría de los casos lo único que percibamos sean problemas y dado que nuestra situación como especie ya no enfrenta los mismos peligros ni riesgos que en el pasado, es importante usar la conciencia para gestionar nuestro enfoque mental.
Hay que comenzar siendo capaces de ser felices con lo sencillo, entonces veras que te resultará sencillo conseguir cosas más complejas.
Hace tiempo se dio a conocer una encuesta en donde un alto porcentaje de personas coincidía que la mejor etapa es la niñez (obviamente mientras no esté impactada por eventos traumáticos), pero lo interesante de esta encuesta es que no importaban los niveles socioeconómicos de las personas, el simple hecho de tener resueltas las necesidades básicas y tener el tiempo de disfrutar y divertirse era suficiente para ser feliz; comprobando que solo necesitamos lo sencillo para ser felices.
Este es el primer aspecto, comienza siendo capaz de ser feliz con lo sencillo.
El segundo aspecto indica que, si guías el compás de tu vida por sus objetivos internos y no por los objetivos externos, las críticas no te harán daño; pues no son los objetivos externos lo que te harán superarte como ser humano; el verdadero crecimiento se logra estableciendo tus propios objetivos internos. La valoración proviene de ti misma o mismo y mientras estés satisfecho en el trabajo que estás realizado hacia la consecución de tus objetivos internos, las opiniones externas no podrán desestabilizarte. Así que es importante que primero definas qué significa para ti el éxito y qué tipo de éxito deseas alcanzar. Para ello, conoce el “triángulo del éxito”, que consiste en tres elementos o tipos de éxito:
“Éxito de ventas” – Tiene que ver con el éxito comercial, el triunfo económico, los ascensos laborales y el reconocimiento público que ello conlleva.
“Éxito social” – Se refiere a tener éxito entre tus pares, en su campo o quehacer profesional, y a ser reconocido positivamente entre aquellos a quienes usted admire y respete.
“Éxito personal” – La evaluación se produce internamente en tu pensamiento, en tu propia mente. Solo tú sabes el valor de tu meta interior. Te sientes orgulloso de tus logros y estás satisfecho con tu desempeño.
“Algunos creen que sin el éxito de ventas o el social, carecerá de sentido el éxito personal”
Por lo general resulta complicado lograr los tres éxitos al mismo tiempo, ya que a menudo se dan dos de tres. Pero la solución es jerarquizar sabiamente priorizando el establecimiento y consecución del éxito personal, pues te brindará una estabilidad interior saludable para trabajar luego en los otros tipos de éxito, que son externos. Entonces el segundo aspecto es guiar tu vida por tus objetivos internos.
El tercer aspecto es valorar lo que tienes y apreciar las pequeñas cosas, pues ayudan a mantener la perspectiva en los trances difíciles.
Dada la configuración evolutiva del cerebro humano, no es posible carecer de emociones. Por fortuna, lo que sí es completamente posible es controlar nuestras reacciones ante nuestras emociones. Esa es una habilidad que es crucial trabajar para desarrollarla y fortalecerla.
Recuerda que “más no es siempre mejor” y que el secreto de la felicidad no radica en querer tener de más, sino en aprender a estar satisfecho con lo que se tiene, sin que esto te impida querer tener más; pues ello no significa estancarse o autolimitarse; por el contrario, significa desarrollar una estabilidad interior que te permitirá seguir desarrollándote y creciendo. Disfruta del camino y sus pequeñas cosas, aprécialas y establece tu compás moral para trazar tus sueños y objetivos hacia el éxito.
“El filósofo griego Epicteto dijo: ‘La riqueza no consiste en tener muchas posesiones, sino en tener pocas necesidades’”.
El cuarto aspecto señala que tener una motivación, una razón que te impulse a levantarse con energía cada día, es uno de los elementos más beneficiosos que puedes desarrollar para tener una vida feliz.
En la cultura de Okinawa –uno de los lugares con las personas más longevas y saludables del mundo–, el concepto de ikigai alude a ese precepto.
Además de tener costumbres como la de comer de manera saludable y de preservar un tejido social inclusivo, donde la gente no envejece sola, las personas en Okinawa tienen un ikigai que define el propósito en su vida. Pero no se trata de un solo gran propósito que abarque la vida entera y al que debas estar atado por siempre. Por el contrario, ikigai significa establecer un objetivo actual y vigente, de acuerdo con el momento o etapa de la vida en la que te encuentres.
“Tener un propósito único es un mito. Un ‘ikigai’ es más real. Porque es un objetivo actual. Una razón por la que levantarse de la cama por las mañanas”.
Trabaja en lo que te apasiona y no pares solo porque la sociedad o las normas laborales lo impongan. Nunca dejes de aprender y mantente flexible dispuesto a cambiar y crecer. Trabaja con propósito todos los días de su vida y en consecuencia tendrás una vida con sentido y plenitud.
Entonces el Quinto aspecto es que pienses ¿Cuál es tu propósito, tu objetivo en esta etapa de tu vida? ¿Por qué? Y más importante ¿Paraqué? te levantas todas las mañanas
El sexto aspecto te invita a que utilices tu tiempo de manera eficaz y equilibrado para nutrir todas las áreas de tu vida administrando tu tiempo de manera eficiente para vivir plenamente cada día y atender de manera equilibrada las distintas áreas de tu vida. La clave de este aspecto es atender de manera equilibrada tus tres segmentos y estar plenamente atento y presente en cada actividad.
“No podemos adquirir tiempo. Sin embargo, podemos estructurar nuestro tiempo para sacar más provecho de nuestras vidas”.
El mayor error de las personas es que no separan el tiempo es el querer estar en sus pasiones cuando están con su familia y en sus pasatiempos cuando están en sus trabajos, esto los hace poco efectivos y alejados de la verdadera felicidad y alcance de los diferentes éxitos.
Para vivir en armonía con tu propósito y en plenitud, establece claramente los valores que rigen tu vida y en función de ello identifica un área laboral en la que puedas trabajar haciendo algo que te guste. Elije de manera consciente el estilo de vida que deseas llevar. Reflexiona en tus prioridades, de manera que pases cada una de tus horas laborales haciendo algo que conecte, directa o indirectamente con tu propósito. Esto no significa que siempre harás cosas que te gusten, lo que significa es que tu propósito te permitirá tener la disciplina de hacer las cosas que no te gusten hacer en el momento y tiempo en que las tienes que hacer para alcanzar el éxito.
El sexto aspecto es administrar el tiempo y con ayuda de los otros 5 secretos encontrar la disciplina para alcanzar el éxito.
El séptimo aspecto postula que puedes transformar tus miedos en triunfos al privilegiar la acción sobre la falta de motivación.
Muchas veces tememos hacer cosas que sabemos que tenemos que hacer. Esto sucede porque para lograr hacer una cosa, lo primero es pensar si eres capaz de hacerlo. Seguido de ello, e igual de importante, es tener la voluntad y el deseo de querer hacer tal cosa.
La mejor manera de empezar a hacer algo es no pensar si eres bueno o no en eso y comenzar a hacerlo. Deja el perfeccionismo, pues es una mentalidad tóxica y paralizante.
Disfruta la actividad y Mantente plenamente presente mientras la realizas, suspende los juicios y verás que la práctica hace al maestro. Contrario a la creencia general, la fórmula para lograr hacer algo es: “solo hazlo”. La acción desencadenará la motivación, y no al revés.
“El séptimo aspecto dicho de otro modo es: si empiezas a hacer algo, continuarás haciéndolo. ¿Por qué? Porque la motivación no causa la acción. La acción causa la motivación”.
El octavo aspecto enseña que la relación más importante es la que tienes consigo mismo.
Otra clave para realizar tus metas es ser auténticamente genuino. En otras palabras, se tú mismo y siéntete orgulloso de ello. Consecuentemente, un elemento clave del ser genuino es alinear sus pensamientos con tus palabras y con tus actos. En ese comportamiento radica una clave de la felicidad. Si no eres congruente con esto no puedes alcanzar la felicidad plena.
Una vez Gandi dijo: “La felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces está en armonía”. De esta manera el octavo aspecto es estar en armonía contigo mismo.
El noveno aspecto dice que escuches los consejos con neutralidad y creatividad, pero no los sigas:
Esto es porque debes toma tus propias decisiones.
Ser fiel a ti mismo también implica tomar tus propias decisiones. Escucha los consejos que te ofrezcan con un espíritu de neutralidad, pero no los sigas cabalmente: se creativo, evalúalos, tome lo que te sirva y adáptalos a tu propia visión.
Recuerda que las opiniones y consejos provienen de la perspectiva de quien los ofrece y por ello no pueden encajar a la perfección en ti. Por ello debes asegúrate de ser tú y nadie más que tú quien decida qué hacer en tu vida. Asumir plenamente tu responsabilidad sobre tus decisiones te dará libertad.
Estos nueve aspectos parecieran ser un consejo, pero te pido que no los sigas, mejor evalúalos, toma lo que te sirva y adaptarlos a tu propia visión, al final tu eres el dueño de lo que haces con tu vida y en ese sentido tu eres el responsable de encontrar la felicidad o no.
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